El embarazo es una de las etapas más hermosas de la mujer, pero también es una etapa compleja porque el cuerpo cambia y ahora se debe pensar y planificar por dos. Por eso es indispensable tener ciertos cuidados durante el embarazo para poder disfrutarlo al máximo, minimizando situaciones de estrés o enfermedad. La finalidad de estos cuidados es dar la máxima oportunidad para que madre e hijo estén en buen estado de salud.
Lo primero es lo primero: Acude con el ginecólogo
- En cuanto sepas que estás embarazada, acude a tu médico. Él se asegurará desde el inicio de que tu proceso sea lo más cómodo posible. Lo que nos lleva al siguiente consejo:
- Obtén cuidado prenatal correcto. Es importantísimo elegir el médico que más se acople a tu estilo de vida. Infórmate y pregunta a tus conocidas previamente embarazadas cuál médico les llevó el proceso y los estilos respectivos de cuidado. Si tu médico no te convence del todo, siempre tienes la opción de cambiar de servicio. El punto es que te sientas totalmente cómoda.
Alimentación
Recuerda que todo lo que comas también lo estará comiendo tu bebé. Entre más nutrientes consumas, más nutrido estará tu pequeño. Ya no es necesario que restrinjas estrictamente tus porciones, pues necesitas más calorías, no te preocupes tanto por la cantidad de ellas; pero eso sí, asegúrate de consumir las correctas, y si tienes la oportunidad, asesórate con un nutriólogo. Solo adapta tu alimentación a las nuevas necesidades.
No sucumbas ante las restricciones. Aléjate definitivamente de las carnes en término medio, los huevos semicocidos, los productos lácteos sin pasteurizar, mariscos crudos (incluso algunos pescados, pues pueden contener altos niveles de mercurio y otros contaminantes) y cualquier tipo de bacteria. Limita tu consumo de cafeína.
Sucumbe ante los antojos. No estamos contradiciéndonos. Los antojos son todos aquellos que en proporciones pequeñas no te dañarán a ti o a tu bebé. Cualquier alimento o bebida que te pueda dañar (aunque sea en una cantidad mínima), no es un antojo, es una restricción y debes respetar el tiempo de restricción.
Lo que definitivamente NO puedes consumir es:
- Drogas: Porque está comprobado que tienen una relación directa en las malformaciones del recién nacido. La cocaína afecta el flujo de sangre al útero, lo cual puede provocar aborto, problemas de crecimiento, defectos de parto y adicción en el bebé (leíste bien, al nacer, el bebé puede ya tener una adicción). Incluso la marihuana, que es considerada una droga no dañina, puede restringir el crecimiento del bebé y causar retraso mental. ¡No te arriesgues!
- Alcohol: No bebas alcohol durante tu embarazo, pues éste llega rápidamente al bebé. Tan sólo una copa puede afectar al bebé hasta causar problemas de aprendizaje, habla, lenguaje, hiperactividad y de atención. Dos copas pueden afectar el corazón del bebé y causar deformaciones, también hay probabilidades de sufrir un aborto, y todo esto, sólo por un par de copas de alcohol.
- Tabaco: Fumar incrementa las probabilidades de nacimiento prematuro, aborto, que el bebé nazca con paladar hundido o labio leporino. También aumenta las probabilidades de que la salud del bebé sea tan frágil, que el niño puede morir durante la infancia. Son palabras fuertes pero está comprobado por suficientes estudios. Si no eres fumadora, aléjate de las personas que lo son; si eres fumadora, debes cortar ya tu hábito.
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Salud corporal y ejercicios
Concéntrate en conservar tu salud mental con la relajación. Ahora que estás embarazada, debes guardar tu energía positiva y eliminar la negativa. No dejes que el estrés, los corajes o la tristeza controlen tu vida. El pequeño ser humano que llevas dentro no necesita todo eso, sino amor y alegría. Los bebés que desde el vientre han sido cargados con malos pensamientos y sentimientos, lo resienten después. Los cuidados durante el embarazo también incluyen cuidados de mente. La salud mental que tengas se reflejará en la salud corporal y ésta, en la salud de tu bebé. Las hormonas por lo general se alocan un poco, provocando cambios repentinos de humor. No pasa nada si necesitas ayuda terapéutica, es normal. La depresión, incluso, es muy común durante y después del embarazo. Aléjate de las personas tóxicas.
Haz ejercicio. El ejercicio es beneficioso siempre, así estés embarazada o no, así seas una niña, joven o adulta. El ejercicio no sólo apoya tu salud sino que te ayuda a estar feliz, ya que se liberan las endorfinas, que son las encargadas de darte alegría.
No olvides tu salud bucal. Nuevamente, las hormonas provocan más susceptibilidad a las enfermedades bucales. Los niveles altos de progesterona y estrógeno puede causar que tus encías reaccionen diferente a las bacterias, provocando gingivitis. No pierdas tus citas regulares con el dentista. Y de hecho, aunque no estés embarazada, toma la costumbre de asistir a tus chequeos. Muchas personas no toman esta parte del cuerpo en serio, y realmente puede provocar enfermedades graves.
Elimina o reduce posibles riesgos. Son pequeñas precauciones que pueden evitar daños mayores: utiliza zapatos bajos y cómodos en lugar de zapatos altos que eviten el caminar, aléjate de la exposición a productos químicos, agentes biológicos, radiación, metales pesados como el mercurio, superficies dudosas o no estables, personas enfermas, etc. Una mala decision puede causar situaciones inimaginables.
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No importa que sea tu primer embarazo, el tercero o el último, tratar de seguir las recomendaciones al pie de la letra debe ser tu prioridad, pero recuerda que no todos los embarazos son iguales, así que debes escuchar a tu cuerpo, aprender a hacer caso a las señales que te envía. Incluso si ya has experimentado los mismos síntomas o incomodidades, éstos pueden cambiar ligeramente.